Como una propuesta para acercarnos a la historia de los cuicatecos actuales reproduciremos aquí algunas de las versiones sobre nuestra historia, no necesariamente compartimos estas visiones, pero estamos convencidos que a partir de una reflexión de fondo sobre nosotros mismos y, cuando sea necesario, recurriendo a la versión que otros tiene de nosotros podremos reconstruir una visión global de la nación cuicateca desde la nación cuicateca misma, así van las primeras dos versiones:

LOS CUICATECOS

Fuente:

Dalton, Margarita (Compiladora)
Oaxaca textos de su historia I,
Gobierno del Estado de Oaxaca,
Instituto de Investigaciones,
Dr. José María Luís Mora. 1997.

Antecedentes históricos
En base al estudio de las zonas arqueológicas de Concepción Papalo, Tecomavaca y Quiotepec, ubicadas en la región que actualmente habitan los cuicatecos, algunos especialistas suponen que este grupo indígena tiene como antepasados a emigrantes toltecas que, a la caída de Tula (siglo XI), se dirigieron al norte de Oaxaca.

Se sabe que los cuicatecos, establecidos a orillas del río Cuicatlán, fueron invadidos por gente de Almoloya. Con ayuda del señorío mixteco de Yanhuitlan, consiguieron librarse de los invasores, sin embargo se vieron obligados a pagarles tributo. Así los mixtecos fundaron el señorío de Teutila con el objeto de someter a los cuicatecos, chinantecos, y mazatecos, aparentemente, también los zapotecos tuvieron ingerencia en el territorio cuicateco antes de la llegada de los españoles.

Localización

Los cuicatecos actualmente se sitúan al noroeste de Oaxaca, ocupando un área aproximada de 8,400 km2, su territorio incluye los municipios de Concepción Papalo, San Juan Tepeuxila, Santa María Tlalixtac, San Pedro Teutila, San Francisco Chapulapa, Santiago Huaclilla, San Juan Bautista Cuicatlan y Santiago Nacaltepec.

Lengua
El cuicateco pertenece al grupo otomangue, tronco savizaa, familia mixteca. Según Nolasco (1972) el Instituto Lingüístico de Verano ha registrado sólo dos variantes dialectales del cuicateco. Según Basauri (1990), el cuicateco es una lengua polisintética, es decir, cuenta con raíces en torno a las cuales se agrupan otras palabras y partículas para matizar el significado. Podría conjeturarse que el cuicateco es una lengua especialmente musical, o que los antiguos moradores del lugar eran especialmente aficionados al canto, ya que, en náhuatl, Cuicatlan quiere decir “lugar del canto”.

Distribución
En 1980 de los 14,155 cuicatecos registrados en todo el país, 13,338 vivían en Oaxaca, mismos que constituyeron el 94% del total nacional de la población chatina. Y constituyeron el 1.5% con respecto al total de población del estado.

EL PUEBLO CUICATECO


Doris Needham
(Fecha desconocida – ¿1945?)

© 2008 Instituto Lingüístico de Verano, A.C.

Para llegar a Cuicatlán desde México, se viaja 19 horas por ferrocarril. Este pueblo pertenece al estado de Oaxaca y está a cuatro horas de la capital de dicho estado. El valle de Cuicatlán es tropical; en él abundan los naranjos, platanales, mangos y las palmas. Del valle de Cuicatlán al pueblo de Concepción Pápalo se sube unas ocho horas por una cuesta pronunciada. El camino es angosto, pedregoso y atraviesa hermosos bosques de ocotes y encinos.

El pueblo de Concepción Pápalo tiene una población aproximada de 1,500 habitantes. La mayor parte de las casas están construidas de adobe de zacate. Algunas casas tienen techo hecho de la teja que se fabrica en un barrio bajo del pueblo. Otro reducido número de casas tiene techo de madera. Las personas que tienen recursos económicos, construyen sus casas de dos habitaciones que destinan, una para sala y otra para cocina. En la construcción de las casas no se usan clavos. Las vigas se amarran con ataduras hechas de fibra de la región, y entre las paredes y el techo hay un espacio como de un palmo de ancho, que permite la ventilación. Los pisos son de tierra apisonada. Algunas casas cuentan con dos puertas y una ventana.

El clima de esta región es bastante fresco, y según se dice, en algunas ocasiones se congela el agua durante los meses de diciembre y enero. En los meses de febrero y marzo soplan fuertes vientos.

Con respecto a la producción, en este pueblo hay mucho nogal, durazno y membrillo. De un poblado próximo la gente lleva a Concepción Pápalo, naranjas, granadas, y zapotes de una variedad conocida con el nombre de zapote prieto. El poblado de donde llevan estas frutas se llama San Francisco. Por lo que toca a la ganadería, puede observarse que, debido a la escasez de pastos los ganados pacen lejos del pueblo; de ahí las dificultades que se encuentran para adquirir en un momento dado, un animal de pastoreo. No hay ganado lanar; pero en cambio, hay gran cantidad de ganado caprino, porcino, caballar y asnal. No se vende mucha leche; porque se dice que su comercio deja poco dinero. En cambio, se fabrican muchos quesos y se venden con buenos resultados. En este pintoresco pueblo existe gran diversidad de flores y se puede adquirir miel de colmena durante todo el año.

La cosecha principal es el maíz. Este cereal se guarda en depósitos denominados «cuescamates» construidos sobre zancos de carrizo. También se acostumbra almacenar el maíz en un segundo piso (llamado tapanco) dentro de la casa. Estos tapancos generalmente están hechos de carrizos, y para llegar a ellos, se usan escaleras de madera, hechas de un tronco con muescas. En la región se cultivan, además, variedades de frijol negro y frijol blanco, que la gente guarda en canastas que cuelgan de ganchos. Se aprovechan para la alimentación algunos productos, tales como chayote, camote y tunas. También, especialmente en Cuicatlán, se cultiva en poca escala zanahoria y algunas otras legumbres; pero la gente de la región no las come porque creen que son venenosas.

En el interior de las casas hay anaqueles, compartimientos construidos de adobe, que usan para guardar comales, jarros, cántaros, planchas, etc. El mobiliario consiste, generalmente, de algunas sillas, un baúl, a veces una mesa y un altar. Los muebles bien manufacturados los traen de un pueblo que dista tres horas de Concepción Pápalo. En este último lugar, se construyen banquillos rústicamente tallados con machete. Los trastos de barro son traídos de Reyes Pápalo, pueblo que dista cuatro horas, aproximadamente, de Concepción.

En los hogares nunca falta leña para la lumbre. La leña la traen de los bosques próximos y en este trabajo participan muchachos, mujeres y hombres. Se fabrica carbón en un bosque que está a dos o tres horas del pueblo, y se vende en Cuicatlán, ya que no lo usa la gente de Concepción Pápalo. Una curiosa costumbre es la de remendar los trastos de barro con copal.

De un sitio que dista de Concepción Pápalo una jornada aproximadamente, llega el agua en forma de arroyo que corre caudalosamente, y en su curso origina varias caídas. En los lugares en donde, por la configuración topográfica del valle, no puede correr el agua, los vecinos han construido canales. Ya dentro del pueblo, hay lugares en donde corre aún fuertemente el agua, y fuera de la población, las mujeres lavan su ropa. Las autoridades represan el agua dos veces al año con el propósito de destapar los canales. La gente, especialmente los agricultores de la región, construye pequeñas zanjas que les permiten regar regularmente sus sembradíos.

Concepción Pápalo está ubicado en un amplio semicírculo al lado de un cerro. En una prominencia del lado opuesto al cerro se levanta un campanario con techo de zacate; en lo alto tiene tres viejas campanas que datan del siglo XVII. Dos de estas campanas se usan para indicar la hora; la otra la tocan solamente cuando muere algún vecino. Al entrar al pueblo, hacia la derecha, hay una plaza. Allí está la iglesia nueva, el palacio municipal y la escuela. Hay un camino real que sigue hacia la izquierda, pasando por la única tienda del pueblo y por la iglesia vieja, la cual, dicho sea de paso, ya no se usa más que en Semana Santa. Este camino real continúa alrededor del pueblo, trazando un círculo cerca del cerro, hasta llegar al panteón. Los demás caminos son pequeños y sumamente sinuosos. En el pueblo hay, aproximadamente, trescientas casas.

La gente de estos contornos, a pesar de excesivo trabajo que realiza, es amigable y alegre. Las mujeres usan faldas amplias hechas de tela, adornadas generalmente con figuras que representan flores diversas. También usan blusas blancas. Pero la indumentaria típica de esta región, consiste de una falda colorada como las que usan las chinantecas, y huipiles tejidos a mano. Estos tejidos no se hacen precisamente en Concepción; pero en los pueblos comarcanos, vimos cómo la gente del pueblo tiene una particular disposición para este género de trabajos. Así vimos tejer en los pueblos de Reyes Pápalo, San Lorenzo Pápalo y en Santa María Pápalo. En el pueblo de San Lorenzo Pápalo, además, existe la industria cerífica; se cultiva la morera y se fomenta la cría del gusano de seda con regulares resultados. En San Andrés Teotila usan una aguja muy singular para tejer: pues está tallada con figuras de animales. Las agujas son de hueso.

El pueblo de Concepción Pápalo dista sólo un día del pueblo de Sochiapan, que ya forma parte de la jurisdicción chinanteca. En muchas ocasiones los cuicatecos llevan sal a la región chinanteca y la cambian por café. Los chinantecos, por su parte, pasan por Concepción, rumbo a Cuicatlán, y venden naranjas y otras frutas. Los habitantes de Concepción Pápalo adquieren de la caza, especialmente, venados y conejos. Los coyotes abundan cerca del pueblo; también hay zorras y culebras.

En el cerro cercano al pueblo y antes de llegar al panteón, encontramos unas cuevas y algunas tumbas. En el interior de éstas, pudimos observar calaveras perfectamente conservadas, así como huesos humanos en una posición que permite suponer que las personas eran sepultadas de pie. En cada tumba pudimos ver que había hasta tres personas. El cerro de que hablamos tiene una forma piramidal. En algunos sitios de este cerro, hay ruinas que tienen paredes construidas por la mano del hombre; en otras partes, las paredes están formadas con roca natural. El cerro es llano en su cima. Los niños con frecuencia nos traían ídolos de piedra que representaban pequeñas cabezas humanas y animales, hachas pequeñas, etc. Estos ídolos los traían del cerro. En un pozo profundo pueden distinguirse paredes altas y se supone que existen allí salones grandes.

La patrona del pueblo es la virgen de la Concepción. Fuera del pueblo puede verse una piedra con una mancha y se dice que en esta piedras se sentó la virgen de la Concepción cuando pasó por este lugar. Estaba muy cansada y tenía mucha sed. Entonces tuvo deseos de tomar agua y de debajo de la piedra saltó un manantial súbitamente. Toda la gente cree esta leyenda, a pesar de que en el sitio donde está la piedra no hay agua. La gente piensa, también, que la Virgen de la Conceptción viene en espíritu a curar y bendecir a los feligreses que asisten a la iglesia. Creen asimismo, que de noche deambulan espíritus de los muertos por todas partes. Ésta es la causa por la que la gente, cuando camina de noche, silba y canta durante el trayecto. La creencia en brujerías (hechos sobrenaturales) está muy generalizada. Nos han traído muchas piedras con figuras de cabezas humanas como las que usan los brujos para curar. Los brujos colocan estas figuras en una mesa y rezan ante ellas pidiendo por la persona enferma. En cada esquina de la casa en que se hace el conjuro se colocan plumas, granos de café y huevos para espantar al espíritu malo que origina la enfermedad.

Durante los días de fiesta la gente se embriaga, es muy agresiva, se pelea mucho, y en ocasiones, se matan. Pero, por otra parte, normalmente son pacíficos. En el pueblo de Concepción las autoridades ordenan que ocho o diez policías vigilen durante la noche, y ellos se encargan de velar por la seguridad de los habitantes. Con frecuencia, los policias envían a la cárcel a las personas que andan en estado de ebriedad. Los policías, se encargan también de ir a Cuicatlán a recoger la correspondencia, tomando turnos para llevar a cabo esta comisión. Al mismo tiempo, están obligados a ayudar en las obras de reparación del edificio del Palacio Municipal.

El idioma registra tres tonos; pero no tiene musicalidad debido a las frecuentes interrupciones en la pronunciación; sin embargo, es muy bonito. No pudimos encontrar canciones folklóricas antiguas ni actuales. Parece que cada pueblo de la región habla distinto del otro, pero (los habitantes) se entienden con facilidad. Tal vez no exista uniformidad en la lengua debido a que no hay comercio establecido (plaza o mercado). No hay una sola plaza o mercado en toda la región cuicateca, y los diez mil habitantes de esta comarca son, casi en su totalidad, monolingües. La gente muestra un interés particular en las noticias del mundo, y muchos de ellos manifiestan deseos de aprender a leer y a escribir en su propio idioma y en castellano.

En Concepción Pápalo funciona una escuela, a la cual asisten 150 alumnos, atendidos por cuatro maestros; sin embargo, notamos que en otros pueblos cuicatecos hay muy poca asistencia escolar, especialmente en lo que atañe a las mujeres; pues no asisten a la escuela más que cinco o seis de ellas.